El Cabezón.
La hacienda de El Cabezón debe su nombre a Don Pedro de Cabezón, quien en 1572 adquiere los terrenos, los cuales son comprados por Don Calixto de Cañedo en 1765 junto con las haciendas en un remate eclesiástico. A partir de ese momento la hacienda pertenece a esta familia por más de 150 años.
Esta hacienda además de tener el uso familiar, también tenía en su interior fábricas de azúcar, alcohol y aceite.
San Antonio Matute
Para 1697 la cinejilla de la hacienda pasa a ser propiedad del capitán Agustín Topete denominándola San Antonio Cuacuri. Su nombre definitivo de San Antonio Matute lo tomará del primer apellido de Doña Juana Eugenia Matute y Cañedo, esposa de José Ignacio Eustaquio Cañedo y Valdivieso quien la recibió como regalo de su padre con motivo de su matrimonio. A principios de este siglo era propiedad de Don Ignacio Llano, que como muchos otros se vio afectado por la reforma agraria
El casco de esta hacienda fue construido en 1898, con marcada influencia académica. En su interior tiene una pequeña capilla en cruz griega.
La Esperanza
La hacienda de La Esperanza perteneció a la hacienda de los Avinales, propiedad de don Jesús Ovilón Cañedo quien la recibió de su padre poca antes de su muerte en 1886. Don Jesús cambia la sede de su hacienda a la hacienda de la Esperanza.


